Es más común en la infancia y adolescencia por los factores genéticos, importantes en el desarrollo de la alergia, pero también influyen los factores medioambientales. El humo del tabaco u otro tipo de contaminación como el ozono, son determinantes para que pueda aparecer la alergia en cualquier momento. Las frutas y verduras, además, pueden hacer padecer síntomas a los alérgicos al polen al tener proteínas similares.
Las enfermedades infecciosas, que incluyen el Zika, el Ébola y la gripe, pueden tener efectos negativos graves en las mujeres embarazadas y otros bebés por nacer. Pero este grupo no ha sido analizado suficientemente por las investigaciones. Por lo tanto, científicos de los EE. UU. requieren más investigaciones sobre este tema y sobre cuáles son las barreras asociadas que se deben superar. Su artículo fue publicado en "JAMA".